En el jardín de la pasión,
florece una rosa picante,
tu amor es como fuego ardiente,
que quema mi corazón amante.

Eres la chispa que enciende,
las llamas de mi deseo,
un amante tan apasionado,
que me deja sin aliento.

Tus palabras dulces y agudas,
como pimienta en mis labios,
me hacen arder de pasión,
y perderme en tus abrazos.

Eres el vino que embriaga,
mi alma en un éxtasis divino,
cada beso es como un trago,
que me lleva al paraíso.

En tus ojos encuentro el fuego,
que ilumina mi camino,
me pierdo en tu mirada picante,
como en un laberinto divino.

Eres la tormenta en mi mar tranquilo,
que agita las aguas de mi ser,
un amor tan intenso y profundo,
que me hace enloquecer.

Como el sol en un día caluroso,
tu amor me abraza y me quema,
una sensación tan intensa,
que no puedo resistirme a ti.

Eres la sal en mi mar de lágrimas,
que da sabor a mi tristeza,
una pasión que me consume,
y me llena de fortaleza.

En cada caricia encuentro,
una llama que me consume,
un deseo que me lleva al límite,
y me hace sentir que me consumes.

Tu amor es como una tormenta,
que arrasa con todo a su paso,
un huracán de pasión y deseo,
que me deja sin aliento ni pausa.

Eres mi fuego y mi frío,
mi dulce y mi picante,
un amor tan intenso y eterno,
que me hace volar como un cometa.

En cada suspiro encuentro,
la llama que me consume,
un amor tan intenso y apasionado,
que me lleva al paraíso eterno.

Porque eres la pimienta en mi vida,
que le da sabor a mi existencia,
un amor tan ardiente y picante,
que me hace vibrar de consciencia.

Eres el fuego que me quema,
y la brisa que me refresca,
un amor tan intenso y profundo,
que me hace volar sin compleja.

En tu amor encuentro mi rumbo,
mi pasión y mi destino,
un fuego que me consume,
y me lleva al éxtasis divino.

Porque eres picante amor mío,
sabor y pasión en mi vida,
un fuego que me consume,
y me lleva a la eternidad divina.